Sueños suspendidos
Curiosa e impredecible es la vida, con sueños y esperanzas que esperas se
cumplan en algún momento a lo largo de ella, a ser posible más pronto que tarde
y por otro lado lo que no te planteas, ni siquiera piensas en ello, cuando
menos lo esperas llegan sin haberse pasado ni por un momento por la cabeza. En
el transcurrir de los años no habías perdido más de un minuto en pensar, sin
ningún arraigo, es más, sin ni siquiera creerlo si alguien te hubiera dicho que
pasaría, y sin saber cómo, los entramados y conexiones llegan inesperadamente a
llenar cada día, a reconfortante y hacerte sentir feliz. En cambio, lo que día tras día y noche tras noche a ocupado tus sueños, tus desvelos, tus añoranzas de ausencias, poco a poco se va haciendo añicos, nada es igual, el
tiempo no sólo cambia los paisajes, los
edificios las ciudades que se van modernizando (o eso dicen) la naturaleza y también la humana y no entiendes algunos de
esos cambios, donde había campos, hay edificios, donde había casas, han sido cambiadas
por otras que no son reconocidas por mis recuerdos, personas, amigos, amigas
con los que todo era muy fácil, hoy son irreconocibles, no físicamente que en
ello estamos todos, sino su forma de actuar, de pensar, de comportar, cambios
con los que no contabas. Todos nos
hacemos mayores, además a la misma vez y hay gente que está por encima de eso,
es más fuerte el cariño, las vivencias los sentimientos que como pueda estar la
piel, el pelo, el cuerpo y todo eso que nos cubre y que se aja con los años
vividos. Y otras personas solo ven el exterior, en lo que el paso del tiempo te
ha... o nos ha convertido, la vejez no es lo que se ve, es lo que llevas
dentro, sentimientos maduros que llevas sujetos en cada pliegue de la piel, y
si te esfuerzas en mirar más allá del envoltorio, verás como eras, como fue,
retenido en la retina, aquello que quedo prendido en el recuerdo. Si nos
sentamos a mirar por encima del hombro el pasado, sin querer vernos reflejados
hoy y nos acomodamos tristemente a esperar pasen los años para alcanzar el fin,
antes de que llegue, ya estaremos muertos.
Cada etapa de la vida es diferente, física y mentalmente pero el sentir,
aquello que éramos, cada una de las vivencias que fuimos guardando en la
mochila que hemos llevado en la espalda a través de la vida hacen que mirando
la luz interior nos reconozcamos.
EstherRMonje
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