CONOCEME


 Nací en el año 1955, era sábado y principio de otoño, quizá por eso me gusta tanto esta estación del año. Vi la luz en el Pº del Cisne, en el castizo barrio de Chamberí, (hoy calle Eduardo Dato), en otro momento hare un poco historia de esta calle. Mis padres se casaron el 30 de julio de 1954 en unos tiempos donde las parejas sin recursos alquilaban una habitación con derecho a cocina para poder casarse y de paso ayudaban a una familia que, aun siendo la casera, la alquilaba por necesidad. Una familia que al final también fue la mía.

 Ya con algunos años (6) me traslade junto a mis padres y mi hermano unos años menor a Orcasitas, un barrizal al sur de Madrid, un descampado en medio de la nada a unas casas construidas por mi padre junto con otros hombres que trabajaban para construirlas los domingos y de ahí su nombre, “Las casas de los domingueros”. Había diferentes modalidades, los domingueros, casas bajas con patios, los hotelitos también con Patio y tres bloques diferentes de 6 alturas, uno con corredor interior, otro corredor exterior y otros sin corredor y 2 puertas por piso. Y allí tuve mi feliz infancia con la tranquilidad de sentirme querida y segura. Quedó un bonito barrio con árboles, calles asfaltadas y muros de piedra, escaleras por todos lados que hacía del barrio un sube y baja, llamado Poblado Dirigido de Orcasitas.

 Llegada la edad que por aquel entonces estaba en los 14 años y habiendo terminado secretariado, comencé a trabajar en una empresa de auxiliar administrativo. En mi recuerdo los 7 años que estuve allí, momentos inolvidables, que siempre llevo guardados en un rincón de mi corazón a pesar de los al ti bajos propios de la edad, como los mejores años de mi vida. Por aquel entonces terminando de leer un libro no me daba respiro y empezaba la lectura del siguiente y eso me animaba a escribir, primero un diario y algún que otro poema, al principio en cualquier papel que caía en mis manos y después apuntes en una libreta que con el paso del tiempo y los traslados de vida se quedó perdida en algún rincón.

 Me casé muy joven corría junio de 1976, para vivir con alguien en pareja, primero había que pasar por vicaria, y de esa unión nacieron mis tres hijas, que son lo mejor que me ha pasado en la vida y lo que más quiero, orgullosa de ellas por su sensibilidad, ternura, afectividad, bondad, y su saber estar, además a  su vez me han hecho el regalo más hermoso que se puede hacer, 8 nietos a los que adoro. Mis Locos Bajitos

 Empecé a escribir desde muy niña, en algunos papeles sueltos, un diario que yo llamaba cosas, pensamientos y poemas, pero es desde hace unos pocos años cuando en serio he colaborado con algunos amigos en Los hijos de la Isla, libro de relatos juveniles y Oigo Susurrar a las Hojas, poemario sobre el otoño, los dos con fines solidarios y en solitario hace unos meses un poemario, Hacedora de Letras. En estos momentos estoy recopilando y haciendo algún guiño a otros poemas que estaban un poco olvidados en un cajón. En breve estará terminado.

Siempre he dicho que escribir poemas es uno de los muchos vicios que tengo, junto con la jardinería, colorear mándalas, y todas las manualidades, y muy importante la música de fondo en todo momento

           
          EstherRMonje

 


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