viernes, 31 de julio de 2020

Recuerdos desde mi jardín 2

El Circo Price y p.a.c.i.s.a

Es curioso como a la vez que va cambiando la vida, también cambian los paisajes, los entornos, los edificios. 


Estaba viendo hoy fotos de marzo de  1975 en la entrada de la oficina donde trabajaba, de  unos años que recuerdo con gran cariño y mucha añoranza por lo felices y llenos de vivencias que fueron,  un edificio que cada vez que pasaba por él siempre me  transportó a esos años 70…71…72…y…, sintiéndome envuelta en una nube de dicha, recordando el largo  patio que era la entrada de coches, cada pared, cada estancia, cada recoveco, cada estantería llena de instrumentos científicos (aunque tengan poco de poético) el portón y las escaleras de madera, una maquina de escribir y después otra más moderna, que hoy parecería de la edad de piedra y yo tan contenta con ella, (quien me iba a decir que hoy en cada casa habría al menos un ordenador), un jefe de departamento, Bernardo Ceprian,  que hace años dejó este mundo y al que saludo allá donde este con gran cariño, teníamos 15-17 años y nos trataba casi más como un padre que como un jefe,  y los compañeros…, siempre en mi corazon, todos y cada uno de ellos, cantando canciones de moros que lloraban, de enamorados que querían ser amantes, con la felicidad de  esa edad en la que se despierta a situaciones, sensaciones, angustias, dudas, cicatrices en el alma y resurgían después  los anhelos, las ilusiones, latidos en el corazón, el estomago lleno de mariposas que revoloteaban sin parar y el amor, amor fresco, por el que se pensaba  morir cada vez, dulces sentimientos de pubertad, la magia de la vida como solo se ve a esa edad. Un gran almacén lleno de matraces, probetas, alambiques, morteros donde los chicos nos decían se machacaban los sesos, solo para darnos miedo, aparatos industriales para sanidad, estufas, mezcladores, que contenían  navajitas “sartorius”  de regalo,  una de ellas sigue hoy día acompañándome en mi llavero, pasando de uno a otro en sus 50 años. Hoy todos mis  recuerdos impregnan  el ambiente, unos tatuados en las paredes, otros revolotean de un lado a otro, suben y bajan y se columpian  entre los malabares y trapecistas, musica hoy en directo que rebota en las paredes y en los fantasmas que habitan en mis recuerdos del CIRCO PRICE. Antiguamente P.A.C.I.S.A